martes, 2 de enero de 2018

Felicidad, la decisión correcta

(Fotos de mí autoría)


Muchas personas persiguen la felicidad como si se tratara de una meta, enzarzándose en una constante e interminable búsqueda de logros que los satisfagan, «… cuando me gradué…», «… cuando tenga un mejor empleo…», «… cuando compre el auto soñado…», «… cuando consiga la pareja ideal… seré feliz», sin darse cuenta que en realidad están postergando la posibilidad de ser feliz justo en ese instante. En mi opinión, ser feliz es una decisión que se toma todos los días, disfrutando del día a día cual paisaje de un viaje, pues en el viaje de la vida lo que podemos disfrutar se encuentra en medio del trayecto, el comienzo del recorrido ya se dejó atrás y el final es conocido para todos, ninguno de los dos aporta nada que se pueda alegrar al alma.


Cada persona escoge si afrontar y sonreírle a los problemas o quejarse y hundirse en ellos; puede decidir si tomar un problema y llevarlo hasta otro aspecto de su vida que generalmente disfruta y estropearlo, o aprovechar las mejores partes de su vida, estos pequeños aspectos que la hacen feliz y llevar esa fuerza y energía al problema y mejorarlo. Según pensadores y emprendedores, los pensamientos positivos dan lugar a que cosas buenas sucedan, mejorando una cosa y otra de forma sistemática, cual cadena de eventos afortunados.



Y ahora comienza la parte más divertida del post, mi creencia divergente sobre el porqué estas energías positivas funcionan, tíldenme de loca, pero cada quien decide en que creer, que los hace feliz, así que, en mi opinión, sabiendo que estamos constituidos por átomos que a su vez están formados por electrones, protones y neutrones y que todo esto se mantiene unido por una argamasa etérea, es decir energía. Entonces, a mayor felicidad y energía positiva proyectes en tu vida, mejor será el estímulo que le damos a este conglomerado de elementos que nos conforman y finalmente nuestra vida misma será mejor y más plena.

 Esto explicaría porque a muchos personajes históricos y actuales que logran ganarse el odio de las masas, como por ejemplo el típico arquetipo de los políticos corruptos, parecieran ser inmunes a los efectos del karma, ese castigo divino que todos esperan. Pues estos seres, rodeados de lujos y dinero viven con un pensamiento positivo una vida feliz, que sólo cambia drásticamente al ser amenazados con la posibilidad de pagar por sus fechorías, momento en el que han de ser invadidos por un sentimiento de preocupación y miedo por ser descubierto, debe ser allí cuando la suerte deja de sonreírles. Así que debemos tomar algo de este ejemplo y aplicar la buena vibra en nuestro día a día, y no dejar que esos mal parados se queden con todo lo bueno que tiene la vida para dar.


Sé por experiencia propia que en una situación tan crítica como la de Venezuela es difícil sonreírle a la escasez, la inseguridad y la inflación, pero hay que mantener la esperanza, pues de nada sirve una actitud pesimista y debemos dar lo mejor de nosotros para que lo mejor de la vida vuelva para recompensarnos.


¡Ánimo! ¡Venezuela nos necesita este 2018!

(Fotos de mí autoría, espero les gusten)

Cada día me pregunto: 

¿Cuál es el problema? ¿Cómo llegamos al punto de solo pensar en nuestra propia supervivencia?


Es difícil para mí aceptar que la esencia del venezolano se está perdiendo. Cada dia veo como las personas se interesan por ellos mismos y su supervivencia, un ejemplo claro es el comportamiento de algunas personas para entrar al metro, empujando desesperadamente a otros por entrar sin pensar en las personas que van saliendo, si tan solo dejaran salir fuera beneficioso tanto para los que entran como para los que salen.


Cámara: Blue Advance 4.0
Metro de Caracas, estación Plaza Venezuela (Hora pico)

Cabe destacar que yo conocí una Venezuela distinta, llena de gente cálida que siempre tendía una mano amiga, un cafecito y una arepa con mucho relleno, lamentablemente hoy en día el hambre y la necesidad cambió las cartas y poco a poco hemos perdido esa esencia que tanto nos caracterizaba.

El verdadero problema es que estamos actuando como individuos y no como sociedad, la mayoría parece estar sumergido en su propio mundo, quejándose de la misma situación una y otra vez, de los mismos problemas, sin darse cuenta que todos queremos un mejor país pero muy pocos son capaces de aportar una actitud diferente para que así sea.


 
Cámara: Kodak C123
Recuerdos de gran valor en Venezuela


Justo en este momento hay muchas personas que se están yendo de Venezuela dejando atrás su hogar, su familia y sus sueños, para buscar nuevas oportunidades, dejando cada vez más solo a un país en agonía y no los culpo porque si yo estuviera en su situación de seguro haría lo mismo.

Yo por mi parte no le apuesto a políticos, sino a la calidad de las personas, su humanidad y a su capacidad para ser mejor e inspirar a los demás.

Es por ello que este año 2018 me propondré a destacar lo mejor de mi país mostrándoles sus bellos paisajes, contándoles historias jocosas y graciosas que nos caracterizan, enseñándoles las formas en que algunos venezolanos luchan día a día por Venezuela y como ellas logran cambiar su entorno para demostrarnos que aún hay esperanza.

 Cámara: Kodak C123
San Antonio, La Morita


¡Ánimo! ¡Que Venezuela nos necesita!